Muchos de nuestros conciudadanos ignoran el árbol urbano, no imaginan que puede ser un ser vivo, solo ven un objeto sin una función particular, aparte de la sombra en el verano, y no se sabe nada de la cantidad de conocimientos, trabajo, dedicación y buen juicio necesarios para instalar y mantener en una gran ciudad, un conjunto de árboles que deben permanecer permanentemente hermosos, saludables y seguros para el caminante.
Pero si este caminante hace el esfuerzo de interesarse por el árbol, aprender a reconocerlo sin importar su edad, recordar su nombre y su origen geográfico, observar la fauna asociada con él, seguirlo. su evolución durante las estaciones, de un año a otro, el árbol deja de ser un desconocido, se convierte en un personaje que saludamos. “El árbol correcto en el lugar correcto”. La ecologización de los espacios urbanos jugará un papel clave en este proceso, particularmente a través de temas como la adaptación al cambio climático, la preservación de la “biodiversidad ordinaria” y la densificación de las ciudades.
El árbol es un ser vivo que interactúa con su entorno. Cada árbol es parte del paisaje y el biotopo de la aglomeración, donde sea que crezca (calles, jardines privados, parques públicos, terrenos baldíos, áreas naturales o agrícolas. Las cuestiones relacionadas con el árbol son transversales a todas las políticas urbanas.
Por todas estas razones, el tema del árbol en la ciudad debe abordarse de manera más global y transversal con la idea de que esta pregunta compromete la responsabilidad de todos.
El árbol urbano cuenta con una importante función estética por parte de los habitantes de la ciudad. El dosel urbano ofrece una paleta infinita de percepciones agradables , Sin embargo, la contribución del árbol en la ciudad no puede reducirse hoy a una sola dimensión ornamental. El árbol es de hecho un elemento constitutivo del paisaje urbano. Escala intermedia en comparación con el edificio alto, el árbol contribuye con su presencia a la construcción de una ciudad a escala humana. Además de articular espacios, los árboles también permiten la creación de entornos diversificados y cambiantes y estructuran el paisaje ocultando o resaltando elementos arquitectónicos o puntos de vista. Participan en la puesta en escena de los paisajes de nuestras ciudades. Los árboles nos brindan claves para la lectura esencial para entender el paisaje urbano.
Nos hacen conscientes de los volúmenes, distancias, alturas y perspectivas y, por lo tanto, sirven como puntos de referencia en la escala de la ciudad. También atestiguan la identidad histórica y cultural de la ciudad. Los árboles son testigos del paso del tiempo, ya sea a través de la muda de su follaje a lo largo de las estaciones o a través de su crecimiento durante el paso de los años. Constituyen una referencia temporal indispensable porque son inmutables y regulares, en ciudades más bien caracterizadas por cambios arrítmicos. Debido a su longevidad, el árbol también es un enlace transgeneracional.
Los tipos de especies y las disposiciones de las plantaciones urbanas actualmente maduras atestiguan las expectativas de nuestros antepasados con respecto a la naturaleza en la ciudad. Por otro lado, la plantación de nuevos temas permite proyectarse en la ciudad del mañana y reflexionar sobre el patrimonio paisajístico que se transforma . El árbol urbano es objeto de una fuerte demanda social. Además de contribuir al buen funcionamiento de nuestras ciudades, también tiene beneficios directos para sus habitantes , tanto individual como colectivamente. En la ciudad, el árbol facilita la creación de vínculos sociales, transmite una sensación de seguridad y mejora la salud de los habitantes de la ciudad.
La presencia de árboles en la ciudad, especialmente en los parques y espacios verdes, son un elemento clave, propicio para la creación de un vínculo social. A su vez, apoyando juegos infantiles, punto de encuentro o refugio temporal contra el sol o la lluvia, el árbol urbano ayuda a emerger espacios de intercambio y recreación para los habitantes. Además, mientras más árboles haya en un vecindario, más se utiliza el espacio público y alberga muchas actividades sociales diversificadas. Los árboles permiten una mejor apropiación de la ciudad por parte de sus habitantes.
Guillermo Ramila- Arboricultor
Ingeniero Agrónomo- Mp 0170